martes, 3 de septiembre de 2013

RUTA EN BICI POR EL LOIRA 17 AL 25-07-2013



         Rafa Ponce
         Málaga 10-09-2013          
         
         Una orgía visual para el cicloturista a golpe de pedal, así califica justamente Paco Nadal su artículo en el País “A pedales con Ricardo Corazón de León”. El Loira, además de un cauce fluvial, es también una de las grandes rutas cicloturistas de Europa. 600 kilómetros de carriles señalizados entre Sully-sur-Loire y la desembocadura en el Atlántico. 



      La ruta sigue el curso del Loira, en ocasiones algunos afluentes y canales paralelos, por lo que es prácticamente llana. Únicamente hay que salvar pequeños desniveles en los tramos en que el trazado ciclista no está terminado, o cuando la ruta se aleja de los ríos buscando los viñedos de las colinas cercanas. Prácticamente todas son vías ciclistas asfaltadas, y aun en las que no lo están, el estado del firme es por lo general bastante bueno. Los tramos sin asfaltar o en mal estado suelen tener alternativa por carretera. La ruta no es difícil de seguir. El recorrido está muy bien señalizado, y únicamente hay que ir atento al logotipo.


         1ª JORNADA DESPLAZAMIENTO A SAINT JEAN D´ANGÉLY 

                                                        

      16 de Julio del 2013, a las 10 de la noche estoy cenando al fresco con mi familia en el patio de mi propia casa, tengo todo preparado en las alforjas de la bici, además de una pequeña mochila, para comenzar la ruta de los castillos del Loira a través de la Eurovelo. A las 0.20 me desplazo ya en la bici a la Estación de Autobuses de Málaga, donde me esperan para despedirse mi mujer y mi hijo. A las 1.00 embarcamos por un lado la bicicleta enfundada (sin rueda delantera ni pedales) y por otro yo, en el autobús de la línea Daibus que me lleva a Madrid.
    El viaje nocturno es cómodo dentro de las circunstancias, para mi es imposible dormir en todo el trayecto. Parada de 15 minutos en Bailén y llegada a Madrid, estación Sur amaneciendo el día 17 a las 6.15.


      Sobre el mismo andén monto la bicicleta y me dirijo a la salida, donde espero a Joaquín que llega en moto con su hermano Juan Carlos. 
      Desayunamos en la terraza de un bar frente a la estación y ambos se van a recoger la furgoneta a las 9.00. A las 9.06 primer Whatsapp de Paco y Jesús que llegan de Albacete “hay alguien por ahí? “ “estamos ya en Madrid” “qué coño hacemos ahora”, yo recibo otro de Joaquín, me comunica que se ha olvidado el carnet de conducir en casa de Juan Carlos y que tardaran un rato en ir a por él, Vellón se descojona de risa y comenta “ya empieza la aventura” “jojojo habéis mejorado mis peores predicciones” “cada año os superáis!!?”. Paco apunta la posibilidad de dormir esa noche en el país vasco francés y Juan Carlos comenta que no se puede cancelar la reserva en Saint Jean d'Angély. A las 11.15 Vellón comenta “porque no reservamos en Madrid algo para dormir…… “. A las 11.30 me recogen en la Estación Sur y vamos rápidamente a Atocha donde esperan Paco y Jesús, me cuentan que el asunto de la furgoneta se había complicado al haber seis conductores y después de una larga negociación pudieron evitar pagar 300 euros más como pretendía la empresa, Juan Carlos para escuchar a Vellón le manda una foto junto a una pequeña furgoneta y le anuncia que todo estás solucionado, este contesta “Muy bien pero en la castaña que habéis pillado no cabemos todos”.

                              

      A las 12.05 estamos todos en casa de Juan Carlos, desmontamos bicis, mandamos fax con fotocopias de permisos de conducir de cada uno a la empresa de la furgoneta y compramos comida en el supermercado más próximo.


      Así salimos de Madrid conduciendo Juan Carlos a las 2.15, me llama la atención a la salida las torres de la Castellana, construidas en un entorno residencial de baja calidad, aparecen como lo que son, un monumento al capitalismo más salvaje. Ya en ruta por Castilla León paramos en un área de descanso cerca de Burgos, comemos a base de bocadillos y un poco más adelante en las inmediaciones de Vitoria paramos para tomar café y ver el final de etapa del Tour, pasamos el país vasco donde apuramos los últimos mensajes telefónicos, ya en Francia paramos a la altura de Burdeos para cenar algo con la comida que traíamos, llegando a Saintes el Tomtom no gasta una mala pasada y nos aparta un momento de la carretera, error que enseguida Paco que conducía corrige.


       La llegada al hotel Abbaye Royale en Saint Jean d'Angély es a las 12.30, así que rápido a la habitación y a dormir, con permiso de Jesús que no para de roncar jejeje, gracias que Paco le da un buen empujón y “mano de santo”  

         2ª JORNADA DESPLAZAMIENTO A ANCENIS Y EN BICI HASTA ANGERS 


                       https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/ancenis-angers-4970149

Distancia: 67.68 km.
Tiempo: 3h 22' 44"
Velocidad media: 20.03 km/h
Velocidad máxima:43.35 km/h

      El hotel situado en el centro, ocupa un edificio del siglo XVII catalogado como monumento histórico. Las habitaciones son antiguas viviendas de monjes y presentan una decoración sencilla, está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


      El desayuno lo hacemos en una agradable cafetería de una placita cercana, en pleno centro de este pueblo que es una comuna francesa de aire medieval, situada en el departamento de Charente Marítimo, en la región de Poitou-Charentes. Se sortea la furgoneta y como no me toca a mí el primero jajaja, años sin conducir y me reestreno con un tiesto de grandes dimensiones.


      La salida del pueblo con calles estrechas me agobia un poco, ya en la carretera me familiarizo con el cacharro y la conducción me resulta bastante cómoda, así llegamos a Ancenis a unos 250 km. del origen, en una plaza con poco tráfico aparcamos, sacamos por fin las bicis, procedemos al montaje de pedales y rueda delantera, Paco que ha visto que conducir no es lo mío, me ofrece cambiar el turno de conducción, yo acepto encantado y en bici bajamos hasta el restaurante “Du chateau” cercano al puente dirección Lire y frente a la oficina de turismo de la localidad.


                                                                 

      La jornada en bici, de la que hemos recortado unos 40 km. por motivos de horario (no contábamos con tener que hacer tanta distancia en la furgo) transcurre en su mayor parte bajo una bóveda vegetal que hace que la temperatura sea muy agradable,


excepto en una pequeña subida en la que nos encontramos una zona de viñas con un calor húmedo muy intenso, que hacia sudar de lo lindo, se trataba de un microclima extraño en esta zona de viñedos, que nos llamó a todos poderosamente la atención.


      Se repiten bellísimas imágenes del río, ponemos un ritmo alto a la marcha, da gusto rodar por estos carriles, a unos 15 km. cruzamos Saint Florent, pueblo construido sobre un promontorio rocoso que domina el Loira, con mucho encanto y muy tranquilo, tiene una iglesia del siglo XVIII y el museo de historia local y de las Guerras de Vendée.

Saint Florent
      En el km 29.5 pasamos por la localidad de Montjean sur Loire, km. 38.70 Chalonnes sur Loire. Entre La Possonniere km. 47 y Savenniere km. 51 se da el microclima que antes comenté. Pasamos por Bouchemaine km. 59.


      Así con 67.68 km., después de 3 h y 22’ llegamos al hotel EtapEthic es Lac De Maine, situado en las afuera de Angers en la orilla del Lac de Maine, dentro de un bonito parque a 5 minutos en coche del centro, aquí encontramos wifi y los teléfonos echaban humo.


      Salimos en busca de sitio para cenar y nos llegamos a una bonita plaza que vimos muy animada pero ya tarde y nos dicen que la cocina está cerrada, en un segundo intento por la misma zona, solo nos servían patés o queso, motivos por el cual volvemos al hotel y comemos comida propia.

                Archivo: Angers cathedrale.jpg
                                                           Catedral de Angers

      3ª JORNADA DE ANGERS A CHINÓN



Distancia: 100.01 km.
Tiempo: 5h 28' 27"
Velocidad media: 18.27 km/h
Velocidad máxima: 36.39 km/h

      Desayuno a las 8 en el mismo hotel y pronto nos ponemos en ruta, este día conduce la furgo Jesús y el resto salimos dirección Chinón, no llevábamos mucho camino cuando nos sorprende una lluvia al principio hasta agradable, pero que al aumentar de intensidad hace que paremos en este bar a tomar una Coca Cola, cualquier motivo es bueno jejeje.


      Seguimos la ruta con el día lloviznando y el río a nuestra derecha a los 30 km. pasamos por Saint-Mathurin-sur-Loire y cruzando el puente del río justo enfrente Saint Remy le Varenne, ambas muy bonitas, como es la norma que nos acompaña todo el camino, cada pequeña localidad por muy pequeña que sea, tiene una gran iglesia en perfecto estado de conservación, con escasas o ninguna imágenes interiores.

                                                                


      En el km. 40 pasamos Gennes, la lluvia aprieta y tenemos que parar, ya en el 56.50 llegamos a Saumur, donde nos espera Jesús, con una estupenda comida donde no faltan, patés y quesos deliciosos, así como una estupenda cerveza belga, comemos al borde del río en pleno centro de la ciudad.



              

    La ciudad es de cerca de 30.000 habitantes con un importante castillo catalogado como monumento histórico por el Ministerio de Cultura de Francia desde 1862. Aquí nació en 1883 Coco Chanel.


       Después de la comida seguimos pedaleando fuerte, seguimos alternando preciosos bosques con vistas bellísimas del río.


     Llegamos a las grutas de Turquant km.66 sitio espectacular digno de ver y aquí ante el ritmo que ha puesto Paco, aprovechando que este ha entrado en la librería, le metemos dos grandes piedras en las alforjas. Enseguida nos ponemos en marcha y Paco tira mas fuerte que sin las piedras ?.
                                                    

    Antes de llegar a Chinón después antes de pasar el puente, Paco y yo que vamos en cabeza tiramos según los mapas que este lleva y Juan Carlos, Joaquín y Jesús cortan camino y tiran directo para la ciudad, me temo que se perdieron estas vistas.


      Después de preguntar por el hotel Belle Epoque en la oficina de turismo, rápidamente llegamos y sorpresa el resto aun no ha llegado, están de cervezas en la ciudad, nosotros nos instalamos, duchamos y bajamos al bar del pequeño hotel, y nos dirigimos al centro de la ciudad para cenar.


   Antes de acostarnos Paco descubre las piedras, ufff me dice que de los demás sí, pero que de mí no se esperaba eso, el caso que yo anduve con el varios kilómetros solo y se me olvidó el tema de las piedras, imperdonable, no supe que responder.
   La ciudad construida a ambos lados del río Vienne está formada por recoletas calles (casi todas en cuesta), mientras que un barrio: el “Hucherolles”, más residencial, se ubica en una meseta. 
    También reconocido por su vino y de este detalle creo que Jesús se cercioró bien.  
    Según leo, Juana de Arco viajó desde Lorena a Chinon sin encontrar ninguna de las tropas armadas que asolaban el país. El pueblo vio en ella un signo de protección divina. Esperando ser recibida por el rey se alojó en una hospedería de la parte baja de la ciudad. 
   También que el Cardenal Richelieu (menudo pájaro este) codiciaba Chinon y, no sin intrigas, consiguió hacerse con él. El castillo perteneció a su familia hasta la revolución francesa.



        4ª JORNADA DE CHINON A AMBOISE



Distancia: 79.42 km.
Tiempo: 4h 30' 09"
Velocidad media: 17.64 km/h
Velocidad máxima: 43.24 km/h

      Quizás para mi gusto la más bonita de todas. Nos sacó Vellón en la furgoneta unos 10 km. a las afueras de Chinon, después de una tortuosa salida por calles empinadas y estrechas y ya en la carretera elegimos una pequeña explanada a la derecha de la carretera. 


    Allí descargamos las bicis y pronto nos pusimos a pedalear, no llevábamos más de 100 m. pegados a un alto muro de piedra que no deja de ver nada más, doblamos a izquierda y pasamos un bonito puente sobre el rio L´indre al pasar el puente Juan Carlos me avisa “Rafael mira para atrás” y la sorpresa que me llevo es esta pintoresca vista del Chateau d´Ussé, no tenemos más remedio que parar y tirar unas cuantas fotos.


Seguimos rodeados de maíz  y una vez llegamos de nuevo al Loira doblamos a la derecha y seguimos a contracorriente el curso del mismo, así pasamos localidades como Bréhémont en el km. 9, con su gran iglesia. 


    Y sin dejar el río con sus espectaculares vistas llegamos a Villandry sobre el km. 20,  donde paramos para tomar unos refrescos y no nos decidimos a ver el famoso castillo, yo no insisto la verdad es que lo conozco y se pierde mucho tiempo en esta visita, pero pienso que era una visita casi obligada. 


    A partir de aquí abandonamos el Loira y seguimos el curso de un afluente llamado le Cher R. Comienzan los misteriosos pinchazos de Jesús este primero nos hace cambiar la cámara dos veces y ya la perdida de aire de la rueda trasera es una constante que le persigue el resto del viaje, si bien lo va solucionando inflando cada cierto tiempo la rueda. Con este contratiempo sobre todo para él, pasando por Savonnieres llegamos a Tours km. 42.
    Ciudad para mí algo grande, su población es de 136.578 habitantes, y la población del conjunto de su área metropolitana es de 297.631, donde sobre todo las afueras dejan de tener el encanto de las que hasta ahora hemos pasado, con unas zonas residenciales de baja calidad típicas de poblaciones de este tamaño. El centro es otra cosa, volvemos a los edificios históricos perfectamente conservados y un entorno residencial de poca altura y gran calidad. 


    Llama la atención su estación de ferrocarril y sobre todo su catedral San Gaciano de Tours, construida entre 1170 y 1547. Aquí nació Honoré de Balzac en 1799.
    Tours fue capital de Francia bajo Luis XI, quien se instala en el Castillo de los Montils (Château des Montils), actual Castillo del Plessis (Château du Plessis) en La Riche (en la periferia al oeste de Tours).
    En la época de Francisco I, la industria de la seda fue introducida en Tours. Hoy en día esta industria sobrevive.
    Hacía unos días del final de etapa del Tour de Francia, lástima no haberlo pillado. También en Tours se sitúa la meta de la París-Tours, una prestigiosa carrera ciclista de un día, que se disputa anualmente durante el mes de octubre.

                
    
     Aquí comemos delante de la catedral, una ensalada prefabricada y se produce “la venganza de Paco”, me da la que le falta el tenedor?, como buenamente puedo me la como, si bien al final Juan Carlos me cede su tenedor. A esta altura de la jornada el calor aprieta y lastima me da ver a unos novios en la puerta de la catedral soportar el traje de boda.


    Continuamos camino de Amboise y después de Montlouis sur Loire nos encontramos una campiña poblada de vides, Juan Carlos que día a día, como el resto, va cogiendo forma, se pone conmigo encabeza a tirar, uff las pulsaciones me suben hasta el 85% por lo menos. 


    Por fin llegamos en Amboise al centro de acogida Ethic étapes Charles Péguy, el baño es compartido y horror no hay wifi. Así que ducha por orden y rápidamente a la calle a pasear a pesar del fuerte calor. Es una ciudad medieval preciosa, de las más bonitas de este viaje. Famosa por la mansión de Clos Lucé donde vivió Leonardo da Vinci invitado por el rey Francisco I. Da Vinci murió en esta localidad el 2 de mayo de 1519.


    El paseo por Amboise con el calor nos hace hacer botellón, Jesús se mete en un supermercado exprés y sale con cervezas súper frías para todos, se da la fatalidad que en ese momento Vellón se ha sentado en una terraza y está encargando la cena. Al vernos cerveza en mano se levanta, pide disculpas al camarero y se pilla un sofocón grande con el resto, en fin una series de despropósitos, no achacables a nadie, que al final quedaron solucionado minutos más tarde, con una cena en un bonito restaurante italiano. Y un postre en una heladería buenísimo, para mí sobre todo que terminé comiendo el de Juan Carlos y Jesús. 


    Una vez terminada la visita volvemos al hotel y en el puente sobre el Loira, nos entretenemos tirando fotos Jesús, Joaquín y yo, el resto sigue para el hotel y nosotros al finalizar la sesión de fotos vemos al final del puente a la derecha una zona de terrazas muy atractivas, nos dirigimos a ella y tenemos la suerte de encontrar una mesa. 


    El sitio es encantador, digamos que de “5 estrellas gran lujo” la vista sobre el Loira, su puente y al fondo el castillo donde se celebra un evento. Allí nos plantamos y con una animada conversación “se nos fue el santo al cielo”.
Volvimos al hotel tarde, desde el castillo lanzaban fuegos artificiales y cuando llegamos nos encontramos al pobre Paco esperándonos, no nos acordamos Jesús y yo que teníamos la llave de la habitación.

             5ª JORNADA DE AMBOISE A BEAUGENCY 





Distancia: 77.51 km. menos los 15 km. ahorrados por el desplazamiento a Chambord.
Tiempo: si no iba yo seria "el paseo del Obispo"
Velocidad media: desconocida
Velocidad máxima: desconocida

    Broma aparte, llegó el día D, no había excusa, me tocaba la furgoneta, que pesadilla llevar el cacharro, así que Rafael “despacito y buena letra” y sobre todo oído fino al GPS, porque si tenía que preguntar algo sería el caos.
    La furgoneta es una maravilla conducirla, sobre todo por carretera, dentro de las poblaciones es harina de otro costal, a mi que apenas conduzco y cuando lo hago se trata de un C1, controlo poco las dimensiones.


    Salgo con mucho cuidado de Amboise y una vez en carretera me relajo bastante, voy disfrutando del paisaje y hasta de la conducción, que ya es decir. Siguiendo el Loira que queda a mi derecha pronto llego a Blois, km.42 de esta ruta, donde sin complicarme en meterme en el centro del pueblo, aparco junto al río en una zona residencial de alto standing, a la vista de las villas que forman la primera línea de la ribera derecha. Paseo por toda la zona aledaña, me recreo en el río y puentes que son una maravilla.


    Blois cuenta con una población de unos 48000 habitantes. El famoso Château de Blois es un palacio renacentista construido por el rey Luis XII. En 1841, bajo el reinado de Luis Felipe, fue clasificado como monumento histórico gracias a la acción de Prosper Mérimée autor de la novela Carmen en 1845 (llevada a la ópera por Georges Bizet en 1875)


     Aquí estamos poco tiempo, cargamos las bicis en la furgoneta, buscamos la comida que a esta altura no recuerdo que fue, pero sí recuerdo una intensa búsqueda de cubitos de hielo y llegar a la conclusión de que por aquí no conocen este producto.
    Conduciendo Juan Carlos y con la ayuda del GPS nos vamos en busca de Chambord que queda a unos 20 km. de Blois. Una vez allí y bajo un sol implacable, comemos y bebemos (en mi caso lleno el bidón de la bici, tres veces) y nos dedicamos a ver y fotografiar este imponente castillo, creo que el más importante de todos los que pueblan el Loira.



    Emplazado en el corazón del mayor parque forestal cerrado de Europa, de 50 km², cercados por un muro de 32 km de largo, maravilla del Renacimiento, es el más amplio de los castillos del Loira. Disfruta de un jardín de recreo y de un parque de caza, clasificados Monumentos históricos.



    En 1516, Francisco I, rey de Francia desde 1515, regresa de Italia junto con Leonardo da Vinci. Desea realizar un gran edificio en el estilo del Renacimiento italiano. Su constructor, Francisco I, el “príncipe arquitecto”.
    El castillo de Chambord tiene una silueta única, con sus 156 metros de fachada, 426 estancias, 77 escaleras, 282 chimeneas y 800 capiteles esculpidos.
    Tuvo otro gran rey, Luís XIV, que realizó en él varias estancias, a veces acompañado por la compañía de teatro de Molière que dio representaciones ante él, de comedias ballets acompañadas por música de Lully.
    La visita al castillo fue solo por los exteriores, para no perder mucho tiempo, comida y mucho hidratarnos por el calor reinante, el sitio es mágico, historia de Francia cien por cien, aquí no vivieron nobles o señores de más o menos importancia, aquí vivieron reyes y eso se nota no solo en el castillo, también en los alrededores.



    La vuelta a la ruta se hace en la furgoneta unos 5 km. conducida por Paco y una vez en la vía velo a unos 15 km. de Blois retomaron mis compañeros la ruta. Aquí se dio la circunstancia de que Paco decide venir conmigo en el vehículo y ante la mofa general, este decide por “vergüenza torera” seguir en bici.
    El resto del camino lo hago conduciendo solo, solo el paso por una urbanización me crea alguna incertidumbre, pero el GPS acierta en esta ocasión jejeje, la llegada a Beaugency es para mí sorprendente, llego aminorando para para en un semáforo del pueblo (se ve en la foto de abajo) y el GPS me anuncia que estoy en el destino, miro a la derecha y anda es verdad, estoy en la misma puerta del hotel Auberge Maille d'Or, para mí, con el de Sancerre el mejor de todo el viaje.


    Aparco la furgoneta en la misma puerta (ahí tienen la foto que lo atestigua), es algo que me llamó la atención en este viaje, la facilidad para aparcar que hay en la zona y no porque existan muchos aparcamientos, si no por los pocos coches que circulan.
    En el hotel me recibe un señor mayor que tiene pinta de ser el dueño, vive allí con su familia y quizás todos o la mayoría trabajan en él, adivino que es muy amable, aunque cuando me habla es como si le hablara a la farola de la puerta. Es un hotel pequeñito, más bien parece un hostal sobre todo en la zona de recepción, pero una vez atravesada esta, se llega a un precioso patio, al cual dan las habitaciones.

    Esperando al resto del equipo, recibo una llamada de Joaquín informándome que él y Jesús se han perdido y que intentan dar con la ciudad, todo acaba bien, eso sí con un montón de kilómetros más en sus piernas, visita incluida a una central nuclear de la zona.



    La cena también fue de las mejores, el restaurante se llama L´Idee y está en el numero tres de la plaza Petit Marche, una cocina de maravillas y una atención a la misma altura.
     Me llamó poderosamente la atención la fachada renacentista de su Ayuntamiento.



     Beaugency es un pequeña ciudad medieval, con mucha historia, de unos ocho mil habitantes, que debido a su situación estratégica fue ocupado hasta cuatro veces por Inglaterra durante la Guerra de los Cien Años.     La famosa Batalla de Beaugency, que terminó el 26 de septiembre de 1429 tras seis días de asedio, supondría la derrota de los ingleses a manos del ejército francés, capitaneado por Juana de Arco. Durante la Segunda guerra mundial, la ciudad fue bombardeada por los nazis en diversas ocasiones. El 16 de septiembre de 1944, el general alemán Botho Henning Elster, al mando de 18.850 soldados y 754 oficiales, se rendiría al General Robert Macon, bajo cuyo mando se encontraba la 83ª división de infantería de Estados Unidos. La rendición se produjo en el puente de Beaugency que cruza el río Loira.


    Pues bien por esta ciudad paseamos y disfrutamos de ella y como las anteriores, pasa a engrosar nuestra historia personal y de camino yo me quité el mochuelo del trasto o furgoneta.

                 6ª JORNADA DE BEAUGENCY A SULLY SUR LOIRE

    

                        https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/beaugency-sully-4782289

    Distancia: 83.67 km.
    Tiempo: 4h 03' 42"
    Velocidad media: 20.60 km/h
    Velocidad máxima: 36.75 km/h

      La furgoneta en manos de Juan Carlos equivale a seguridad total y esta jornada le toca a él, se le ve que disfruta conduciendo. Desayunamos en el hotel, el buffet no está mal, a la altura del sitio, durante el mismo me cuentan de una guerra contra los mosquitos que han tenido por la noche, Joaquín, Juan Carlos y Vellón, dantesca por lo visto. Las huellas han quedado en el campo de batalla. Jesus, Paco y yo no hemos tenido problemas y hemos dormido bien.

    Guiados como siempre por Paco tomamos dirección Orleans, se presagia que va a hacer calor, los mosquitos siguen siendo una tónica general, pero la verdad es que no pican pero molestan. En un momento de la ruta Vellón me comenta “aquí abres la boca para hablar y se te cuelan veinte” jajaja, andamos bajo una bóveda vegetal que forman los árboles, pasamos un campo de maíz y a los 9.5 km. dejamos a la izquierda Meung sur Loire. Con este paisaje y por supuesto con el río omnipresente siempre, llegamos a Orleans, km.30, población esta, de unos 120.000 habitantes, importante centro comercial y de distribución de mercancías.


    El turismo supone en la actualidad un gran motor para su economía.
   El monumento de mayor interés histórico es la catedral de la Santa Cruz, que fue destruida en 1567 por los hugonotes, y reconstruida por Enrique IV y sus sucesores. Desde 1971 cuenta con su propia universidad.


    Fue el lugar de residencia preferido por los reyes de Francia. A la heroína francesa Juana de Arco, se le llamó 'la doncella de Orleans' por su actuación en la Guerra de los Cien Años en esta ciudad.
    Allí en la misma puerta de la catedral esperamos a Juan Carlos, que seguía buscando cubitos de hielo para nuestra nevera, jajaja misión imposible en Francia.


    Yo siguiendo las indicaciones de Jesús Amenábar, trato de conseguir una foto imposible de este con la catedral a su espalda, ante la mirada de extrañeza de los viandantes, aquí si nos tomamos unas Coca-Colas que nos vinieron muy bien, pues el calor apretaba de lo lindo.
    Visitamos la catedral, para mi es por lo menos exteriormente, hermana gemela de Notre Dame de París, vestido como si me hubiera escapado del Tour, no era plan entrar, pero después de ver hasta un niño con monopatín dentro, me armé de valor y un vistazo le eché. Creo que a diferencia de España, las iglesias y catedrales aquí son un monumento más a visitar y punto, visitas una catedral como visitas un palacio, efectos de la revolución  quizás.


    La plaza Sainte Croix donde se encuentra me encanta,  el eje de esta y de la rue Jeanne d´Arc, coincide con el de la catedral, motivo para mi gusto que le da una gran belleza, debido a una luminosidad impresionante y a su perfecto equilibrio, a lo que se une, una arquitectura análoga de sus edificios, muy serena, sin ánimo de competir con el gran monumento, más bien de acompañarlo y realzarlo. La actuación en este entorno me parece de mucha calidad.


    Salimos de Orleans guiados como de costumbre por Paco y por la vía-velo seguimos pedaleando con un bosque de árboles a cada lado de la carretera o junto al rió, hasta que en el km. 43 encontramos un área de descanso a las afueras de Sandillón, paramos para comer.


    Cuando estamos en esta tarea, vemos nubes a lo lejos a las que yo no les doy importancia, pero Vellón sentencia que son de agua, terminamos la comida y Jesús y Paco deciden continuar la ruta en la furgoneta, sin hacer caso a las presiones del resto. Paco pasa los poderes y mapas a Vellón y bajo sus órdenes seguimos Joaquín y yo. Tengo que decir que el nuevo jefe, estuvo en todo momento atento a las señales y a la cartografía, nos condujo con la seguridad del más experto de los guías, sin desmerecer por supuesto a Paco, para colmo acertó y nos llovió, aunque la lluvia con el calor reinante fue de agradecer.


    Así pedaleamos  por campos menos arbóreos y de grandes extensiones sembradas con cereales donde predomina el trigo.


    En el km.50 de nuestra ruta, dejamos a la derecha la pequeña localidad de Jargeau, en el km.60 después de cruzar un bonito puente llegamos a Chateauneuf Sur Loire, donde paramos para repostar agua y seguir siempre pegado al rio, por una rivera poblada de bonitas casas, hasta que ¡horror! en el km.69 a la altura de Le Port, nos encontramos con estas extrañas aves migratorias, posadas en el curso del Loira. 



    Me pienso que son deformaciones animales provocadas por la radiactividad de las centrales nucleares, muy frecuentes por esta zona. Pero noooo son Jesús y Paco haciendo que sé yoooo, algún tipo de natación sincronizada. Ya tenían ganas esto de zambullirse en el rio y aquí encontraron la ocasión, Joaquín rápidamente se suma a la coreografía y Vellón y yo nos negamos a sumergirnos en aguas que enfrían los numerosos reactores nucleares que pueblan la zona.



    De nuevo todos juntitos, por zona de nuevo boscosa nos plantamos en Sully Sur Loire y localizamos el hotel Henri IV, en el que a Joaquín y a mí, por un lado y a Juan Carlos y Vellón, nos tocan unas habitaciones que al estar en la buhardilla son hornos, sin aire acondicionado, solo recibimos unos ventiladores de emergencia, salimos por patas de allí, buscando un sitio para cenar y de camino nos recreamos en el bonito castillo de este pueblo.
    
    Es una pequeña población del alrededor de 6.000 habitantes, con un importante castillo, aunque Vellón apuntó que Luis XIV lo hubiera tildado de chabola, si se lo hubieran ofrecido de refugio, a la vuelta a París después de una cacería en Chambord.


    Construido a finales del siglo XIV, el castillo de Sully es hoy la puerta oriental de entrada al Valle del Loira inscrito en el patrimonio mundial por la UNESCO. Auténtica fortaleza medieval clasificada monumento histórico en 1928, conserva todavía su singular porte gracias a sus largos fosos, todavía con agua, su masivo torreón y sus altas atalayas cónicas.
    Una vez de nuevo en el hotel, gracias a los ventiladores gestionados por Juan Carlos y al cansancio de la ruta, pudimos conciliar el sueño.

                 7ª JORNADA DE SULLY SUR LOIRE A  BANNAY



                           https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/sully-bannay-5223271

    Distancia: 65.22 km.
    Tiempo: 3h 12' 37"
    Velocidad media: 20.31 km/h
    Velocidad máxima: 42.82 km/h

    El desayuno que pretendíamos hacer fuera no pudo ser, pues nada más bajar la señora del hotel lo tenía todo montado, lógico teniendo en cuenta que el día anterior le dijimos que desayunábamos allí, aunque después pensamos en cambiar y hacerlo en la calle.
    Etapa ésta un poco accidentada, primero se acorta el recorrido por la situación del hotel, con lo que perdemos la subida a Sancerre, único puerto puntuable de todo el recorrido jejeje y finalmente las inclemencias del tiempo nos hace suspenderla ya cerca del hotel.


    Salimos de Sully Sur Loire al mando de Paco y pronto exactamente a los 10 km. vemos las central nuclear Dampierre, puesta en servicio en los años 80/81 aun siguen en funcionamiento, aquí ya no hay ni un mosquito, raro pero cierto.
    También tengo que decir que el entorno es paradisiaco, alternamos bosques de frondosos árboles, campos de girasoles y trigo, pero los reactores están allí con sus nubecitas blancas, a uno 150 km. de una ciudad del tamaño de París, menudas medidas de seguridad deben de tener pensé.


    En el km. 16.50 pasamos Saint Gondon y ya siguiendo el curso del rio a contracorriente como siempre, pasamos junto al puente de Gient, estamos en el km.25 de la ruta.
    En Briare km.35 nos encontramos el canal lateral al Loira, es artificial y es navegable para embarcaciones de recreo, no tiene posibilidad de conexión con el mar. Fue construido entre 1827 y 1838 para conectar el Canal de Briare en Briare y el Canal Central en Digoin, una distancia de 196 km. Reemplazó el uso del río Loira que tenía problemas de fiabilidad que surgían de las inundaciones invernales y las sequías veraniegas.


    Pasamos el acueducto del canal sobre el Loira, precioso y a la vez espectacular y llegamos al Puente de Briare y junto a él paramos para tomar un refresco y esperamos a Joaquín que era el conductor del día, el puente me recuerda mucho al puente de los alemanes de Málaga pero más pequeño, a lo largo del canal observo una serie de puentes y obras hidráulicas a escala del ancho del mismo, que seguro hace las delicias de cualquier Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y porque no también de cualquier persona que lo visite.


    Ya seguimos dirección Sancerre siguiendo el canal lateral del Loira, cubierto de nenúfares.



    Pasamos Bonny sur Loire km.49.50 y a partir de aquí yo hago una parada por que el plato grande me da problema, Juan Carlos me espera el resto sigue a muy buen ritmo porque las nubes son negrísimas y el viento arrecia de lo lindo, los dos empezamos a tirar fuerte para unirnos a los de delante, me suena el teléfono, paro lo saco de la mochila y cuando voy a descolgar se calla, veo que es Joaquín, lo llamo y hablo con él, no recuerdo muy bien de que se trataba, pero imagino que sería del tiempo, que seguía empeorando y los truenos cada vez mas cercanos y mas frecuentes, termino y con Juan Carlos inicio la caza del resto, el viento es peor que la lluvia, hay un momento que los dos nos quedamos casi clavados en un repecho llegando a Belleville Sur Loire, en la entrada del pueblo conectamos con el resto y nos refugiamos cerca de la iglesia en un soportal que encontramos.


    Allí algunos se abrigan porque la temperatura ha cambiado radicalmente. Comemos de lo que llevamos en la furgoneta cuando llega Joaquín, Jesús decide que se va en la furgoneta, los demás dudamos, hay un intento de salida, el agua aprieta, nos volvemos y decidimos ir todos a la furgoneta muy a pesar nuestro. Asi acabó el recorrido en bici por el valle del Loira, en Belleville Sur Loire km. 65.22, en este pueblecito junto a las centrales nucleares  Belleville 1 y 2 que datan del 88/89 y siguen en activo.


    El resto de los 17 km. hasta Bannay, sitio donde se encuentra el hotel La Buissonnieres, lo hacemos frustrados porque además para colmo no llueve.
    Llegamos al hotel y por lo menos nos llevamos la satisfacción de ver, lo bonito y cómodo que parece, la señora que nos atiende con gran amabilidad es la dueña, estamos solos nosotros, porque ya no admite reserva, se va también de vacaciones al día siguiente, nos instalamos y rápidamente tomamos camino en la furgo para Sancerre que está a unos 9 km.


    Conocido principalmente por la producción de vino tinto de la uva Pinot noir hasta el siglo 20, el área de Sancerre fue devastada por la filoxera a finales del siglo 19y los viñedos fueron replantados en Sauvignon blanc. La zona también es conocida por su queso de cabra. El cercano pueblo de Chavignol, dio su nombre al queso - Crottin de Chavignol - se encuentra en el territorio de la comuna.


    Durante la Segunda Guerra Mundial, era un centro de mando regional de la resistencia francesa.
    La ciudad es una telaraña de calles retorcidas con muchos edificios que sobreviven desde la Edad Media. Está en lo alto de una colina y tiene estupendas vista del Loira. Tiene una población de aproximadamente 1.700 habitantes.


    En un Carrefour que hay en la entrada compramos vinos y demás viandas para la cena y volvimos al hotel, donde la señora nos cedió una barbacoa que tiene en el jardín y allí entre, Vellón y Paco tuvieron un pequeño incendio, pero que al final sobre todo con la intervención de la señora quedo sofocado.



    Al final la señora tuvo la gentileza de departir en inglés una animada charla con todos, degustando el vino de la tierra y de la que no os puedo contar más, porque no me enteré de nada, solo que me alegró mucho la cara de aceptación cuando le dije que era de Málaga y que por lo visto la debe de conocer.


    Cuando llegué a la habitación que compartía con Jesús y Paco, un mosquito de lo más parecido a un helicóptero nos estaba esperando para desafiarnos, al final le ganamos la batalla y pudimos dormir en paz.

                      8ª JORNADA DE BANNAY  A MADRID Y DESPUES CADA UNO PARA SU CASA

    Por la mañana la señora nos tenía preparado un buen desayuno en el precioso jardín y la despedida sonó más a un “hasta luego”, porque creo que el año que viene empezaremos por allí.


     Las bicis ni las tocamos, estaban en la furgo sin desmontar, como iban bien asi se quedaron y con la sensación de que aquello había sido muy corto, nos pegamos los 1.150 km. entre Bannay y Madrid, pasando por Angouleme, Burdeos, Irún, San Sebastián, Burgos (donde cenamos en un burger) y a partir de ahí, ya noche hasta llegar a Madrid sobre las 12 de la noche, y donde nos quedamos todos, excepto Paco y Jesús que siguieron con la furgoneta hasta Albacete. Joaquín y yo dormimos en casa de Juan Carlos (gracias por tu hospitalidad). 



    Al día siguiente tomé el AVE para Málaga a las 8.30 y no me puedo creer que llegara en 2 h 20 minutos, lastimas que no dejen meter bicis, por cierto la mía se fue para Albacete en la furgo.

    Resumiendo creo que fuimos al sitio idóneo, en la época idónea y sobre todo la gente idónea, así que muchas gracias a todos y espero que nos veamos el año próximo para hacer otro pedacito de la Via Velo  
   


           Mapa de la Euro Velo